martes, 19 de marzo de 2013

De café con leche

La verdad es que debo admitir que esto de vivir esta seminueva etapa en sentido gregario es raro. Tener un cuarto propio con gente que no es mi familia, pero que a veces me hace sentir como eso, involucrarme hasta la cocina con gente que conozco hace menos de seis meses, hacer de nuevo *vínculos fuertes* o al menos aparentarlos con los amigos de mi amigo, comprometerme con todo, en fin, es una combinación de rareza que roza lo "curioso". 

Queila en estos momentos me diría "te lo dije", Pelos probablemente me diría que sea feliz aunque me estén rompiendo la madre, Laly me cantaría esa de Amanda Miguel, la de " Mi buen corazón" cuando todo mundo la escuche y se ría de mi. En fin, el verdadero dilema con el mundo no está con él, creo que más bien está conmigo, no es cosa que lo que los demás opinen, debería ser más bien un tema personal, creo. 

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