lunes, 28 de diciembre de 2015

Sometimes you just cant tell


No tienes una idea de las ganas que tengo de escribirte lo mucho que te he extrañado, lo mucho que aún te quiero, a pesar del tiempo, de los lugares, de las cosas, de la gente, de las situaciones, de las cosas, del tiempo. 

Para mi no se ha acabado, nada se ha acabado, al contrario, late igual o más fuerte que ayer, recuerdo momentos, frases, noches, ayeres y sonrío. No puedo evitar sonreír entre lágrimas, no puedo dejar de extrañar esos silencios, esos retos y sueños sin cumplir. 

No sé si a más de un año, deba al fin aceptar que me urge una terapia, una donde en serio pueda separar de mi ese sentimiento, que me permita aceptar que vivo un duelo, que estoy en duelo, que tengo que agradecer y dejar pasar, pero lo malo es que siempre me queda una esperanza, una tonta e ilusa esperanza que algún día, de alguna manera, en algún lugar, decidas estar conmigo. 

Se acabó, lo sé, pero sigues teniendo un gran cariño, ojalá mi tonto corazón pudiera escribir lo mismo que tú, pudiera pensar "se acabó" "se fue" "todo está dicho", pero bueno, la ingenuidad es parte de su esencia, parte de su idiotez. 

Algún día pasará, no lo día, ojalá que ese día llegue pronto. 

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